Investigación y Desarrollo

La próxima SUV EX30 eléctrica de Volvo reducirá su huella de carbono durante su fabricación

Volvo está marcando un hito con su próximo vehículo eléctrico, el EX30. Con su batería incluida, este SUV de la marca sueca establecerá un nuevo estándar al ser el menos contaminante en la historia de la compañía. Se espera que su huella de carbono sea un 25% más baja que la de los modelos eléctricos actuales C40/XC40.

Vehículos eléctricos y una fabricación con menos contaminación

La fabricación de un coche eléctrico conlleva una huella de carbono mayor que la de un vehículo de combustión equivalente debido a las emisiones generadas durante la producción de la batería. Aunque estas emisiones se compensan durante su uso.

No obstante, Volvo está decidida a desafiar esta premisa con su próximo automóvil eléctrico, el Volvo EX30. La marca sueca busca establecer un precedente histórico al desarrollar un coche eléctrico con una huella de carbono inferior a cualquier otro Volvo fabricado hasta la fecha.

El Volvo EX30 se posicionará como el modelo eléctrico más compacto y asequible de la marca, un SUV diseñado para adaptarse a la vida cosmopolita en la ciudad. Sin embargo, esto no implica que la marca renuncie a los valores que siempre ha presumido (y con razón), ya que el pequeño EX30 integrará todas las últimas innovaciones tecnológicas y de seguridad característicos de la marca.

Disminuyendo la huella de CO2

Volvo se ha fijado como objetivo lograr que el Volvo EX30 tenga una huella de CO2 a lo largo de su vida útil inferior a cualquier otro vehículo fabricado por la marca hasta la fecha, incluyendo las emisiones generadas durante la producción de la batería.

La compañía se compromete a reducir la huella de carbono total en todas las etapas del proceso, desde la planificación, diseño, desarrollo, producción y transporte del vehículo, hasta su uso posterior. Esto implica superar todos los desafíos desde que el automóvil pasa de ser un prototipo hasta llegar a los concesionarios.

El Volvo EX30 utiliza una amplia gama de materiales sostenibles tanto en su exterior como en su interior. En resumen, este modelo tiene un impacto de CO2 de aproximadamente 18 toneladas “de la cuna a la puerta”, es decir, desde la extracción de las materias primas hasta su llegada al concesionario, antes de su puesta en circulación.

Cambios importantes para la industria

Esto representa una reducción del 32% en comparación con el actual C40 Recharge eléctrico y prácticamente equivale a un XC40 con motor de combustión, que emite aproximadamente 16,3 toneladas de CO2.

Teniendo en cuenta su uso, Volvo estima que la huella de carbono del EX30 se sitúa por debajo de las 30 toneladas de CO2 después de una vida útil de 200,000 kilómetros. Esto supone un 25% menos en comparación con los modelos totalmente eléctricos C40 y XC40 que se venden actualmente, siempre y cuando se recarguen con electricidad proveniente del mix eléctrico actual de la UE-27.

Según un estudio publicado en 2021, se estima que un C40 Recharge eléctrico recargado con electricidad proveniente del mix de la Unión Europea genera aproximadamente 42 toneladas de CO2 a lo largo de toda su vida útil. En contraste, un XC40 de gasolina emite alrededor de 59 toneladas de CO2 durante su vida útil, lo que representa un aumento del 40,5% en comparación con el XC40 o el C40 eléctrico.

En cuanto al Volvo EX30 eléctrico, el modelo más pequeño de la gama, se estima que emitirá la mitad de CO2 en comparación con un modelo de gasolina similar a lo largo de su vida útil.

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