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29 años de los emoticons

Hace poco, se celebraron los 29 años de existencia de los emoticones y todo comenzó con un correo enviado por Scott Fahlman.  Fahlman, científico del cómputo, se destacó por su trabajo en planeación automatizada en un mundo de “cubos”, en redes semánticas y neuronales. Sería a través de un mensaje que dejaría en el correo electrónico de un tablón de anuncios en el departamento de ciencias de la Universidad de Carnegie Mellon. La idea era la de ayudar a las personas a distinguir entre mensajes reales y bromas. El mensaje decía así:

 

Propongo la siguiente secuencia de caracteres para los marcadores de broma:

 

:-)

 

También es probable que sea más económico para marcar cosas que no son chistosas dadas las tendencias actuales. Para ello utilice:

 

:-(

 

Quizá no es del todo correcto llamarle a Fahlman el inventor del lenguaje que inunda la red y los chats, pero lo que es seguro es que se trata del primer autor reconocido del emoticono basado en ASCII. Emoticono es un acrónimo que combina las palabras emoción e icono y desde hace más de una década se ha “estandarizado” para abreviar sentimientos o expresiones en las conversaciones online. Ya sea para expresar alegría, dolor, risa, susto o miedo, la sociedad ha acabado aceptando estas cómodas abreviaturas para el uso personal de mensajes de texto o chats.

El uso de símbolos tipográficos para expresar emociones se remonta a muchos años antes de que Fahlman los llevara a la práctica. De hecho, la historia nos remontaría a 1857, momento en el que la National Telegraphic Review and Operators Guide documentó el uso del número 73 en código Morse para expresar “amor” o los “mejores deseos”. Aunque en 1908 se colocó como el número 88.

Sea cualquiera la fuente de origen de los emoticones a Fahlman se le reconoce como el hombre que popularizó el sistema en la red. En su momento llegó a reconocer que la idea detrás de ellos surgió de las trabas que se encontraba en el lenguaje, a menudo demasiado largas para expresar algo “serio” de una obra. Hasta el 2002 no se pudo recuperar su mensaje, ahora histórico. Un equipo de especialistas de cómputo logró recuperarlo con el único fin de validar su origen.

 

 

VIA | Bitelia.com

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